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National Public Health Week

Thank you for celebrating the 30th Anniversary of National Public Health Week!

We are already planning for next year’s celebration! Please check back in November for updates on National Public Health Week 2026.

About NPHW

Para la ciencia.
Uno de cada cinco estadounidenses padece alguna forma de enfermedad mental.[1] Esto no solo afecta a la persona, sino que tiene un efecto dominó que alcanza a las familias, las comunidades y la sociedad en general, según la National Alliance on Mental Illness (Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales).[2] Muchas personas que padecen enfermedades mentales también tienen trastornos por consumo de estupefacientes, están encarceladas o tal vez no tienen hogar. La enfermedad mental también afecta al 16.5% de los jóvenes de 6 a 17 años.[3] Los índices de suicidio en niños de 10 a 14 años casi se triplicaron entre 2007 y 2017.[4] Al 70% de los jóvenes en el sistema de justicia juvenil se le ha diagnosticado al menos una enfermedad mental.[5]

Para la acción.
Trabaje y eduque para reducir el estigma de las enfermedades mentales, y conozca cómo sus comunidades — los lugares donde vive, aprende, trabaja y juega — pueden brindar apoyo a las personas que padecen enfermedades mentales. Diseñe e implemente programas de esparcimiento para personas que padecen enfermedades mentales para mantenerlas fuera de las cárceles.[6] Amplíe los servicios de salud mental y los sistemas de apoyo disponibles a través de la atención médica. Trabaje para mantener la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, que amplió la disponibilidad de servicios de salud mental y la cobertura de la atención.[7] Aplique un enfoque centrado en la equidad en salud para garantizar que los esfuerzos lleguen a quienes más los necesitan. Analice y brinde capacitación en competencia cultural y humildad cultural para los prestadores de atención médica que brindan servicios de salud mental a comunidades marginadas.[8,9]

Para la salud.

Las personas que padecen enfermedades mentales tienen más probabilidades de recibir recetas de opioides y corren un mayor riesgo de desarrollar drogodependencia.[10] Los trastornos mentales, neurológicos y por consumo de estupefacientes contribuyen a empeorar la salud y ocasionar la muerte prematura. El tratamiento para la salud mental y el uso indebido de estupefacientes redunda en un mayor gasto en salud y menores ingresos para las familias. En los Estados Unidos y Canadá, eso se traduce en gastos y un lucro cesante por igual de alrededor de $50 mil millones.[11] Gracias a la expansión de Medicaid en virtud de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, aproximadamente 1.6 millones de estadounidenses que sufren trastornos por consumo de estupefacientes han obtenido una cobertura de seguro.[12]

Para la justicia.

Apoye la telemedicina y otros esfuerzos que conectan a las personas que padecen enfermedades mentales con servicios médicos y de apoyo.[13] Asóciese con las partes interesadas de la comunidad para superar las barreras de transporte hacia la atención, como coordinar servicios de transporte compartido o ayudar a los residentes a utilizar los servicios de tránsito.[14] Abogue por políticas de salud pública de apoyo con base empírica, como un acceso más fácil a la naloxona y una paridad de cobertura continua para la salud mental y la atención de las adicciones. Aplique un enfoque de salud pública para la prevención de suicidios.[15] Promueva las asociaciones intersectoriales que apuntan a los factores sociales determinantes,[16] como incrementar las oportunidades de capacitación laboral, aumentar el empleo local y ayudar a los niños a alcanzar el éxito académico.